El Ombligo del Mundo

El Ombligo del Mundo

Como escribir de los lugares más lindos que he visto (y otros que espero ver) y no mencionar CUSCO, “ombligo del mundo”…
Considerado o no maravilla mundial para nosotros los peruanos siempre lo será.
Cusco es uno de esos lugares que tiene ese “no se que” que hace que siempre quieras volver, no se si por su gente, su comida, sus restos arqueológicos, sus turistas, su historia, su energía o su magia, siempre querrás volver o en el mejor de los casos, quedarte.
Quien ya estuvo allí no me negará que, entre otras cosas, no puedes dejar de ir a San Blas y tomarte una foto en la caída de aguas; conocer la piedra de los 12 ángulos y si puedes la de 36, que dicen es más interesante; intentar ver el puma en la pared de piedra; quedarte sin aire camino a Pisac (previo paso por su mercado); subir muchas gradas en Ollantaytambo y ver el rostro del “diablito o guardián” de la montaña (o lo primero que tu percepción capte); entrar a la iglesia de la plaza de Chincheros y asombrarte de tanta antigüedad plasmada en sus paredes; almorzar en el valle sagrado mientras contemplas el paisaje y unas melodiosas quenas y charangos hacen agradable tu digestión; visitar Sacsayhuaman de noche mientras la estratégica iluminación artificial te devuelve al incanato; abrazar al Cristo Blanco y no querer moverte de allí; sentarte en la plaza mayor y darte cuenta que el mundo entero pasea por Cusco; madrugar a la estación y enrumbar a Macchupicchu viajando en el tren local y sintiéndote un cusqueño más mientras contemplas el bello paisaje cambiante de serranía a montaña selvática; quedarte (otra vez) sin aire al subir las gradas que luego te mostraran el paisaje más lindo que tus libros de historia del Perú enseñaron: LA MONTAÑA SAGRADA, recorrer el santuario y sentir que estás detenido en el tiempo mientras el Vilcanota (que ya dejó de ser Urubamba) atestigua el paso de tantos visitantes como tú que suspiraron cada minuto en ese asombroso lugar, wauuuu esto si es mágico… y paro de contar porque tienes que verlo tu mismo.
Cusco tiene un “un no se que” que hace que siempre quieras volver…Gracias a Dios es todito nuestro… Una maravilla peruana para el mundo!

Fotos: José Roberto Luna

4 comentarios en “El Ombligo del Mundo”

  1. José Roberto Luna

    Gracias por este relato Cel, te faltó contar la travesía en bus para llegar allí. Ya no tenia estas fotos, qué lindo encontrarlas aquí

    1. Hola amigo, si tienes razón olvidé lo del bus, pero creo que mi estómago hizo que mi cerebro lo bloqueara … 🙂
      En resumen: Yo cuidando al guatemalteco para que no le haga mal el viaje en bus y la que cayó mal fue la anfitriona…

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