Gante, bella entre las bellas!
Creo haber dicho ya alguna vez que si existe ciudad más linda (de las que he visitado hasta hoy) esa es Gante o Gent en Bélgica.
Había oído ya de lo hermosas que son las ciudades en el viejo continente y que esa belleza te deja realmente sin palabras… vaya que es cierto!
Aunque no son muchas las ciudades que logré conocer en Europa, me atrevo a decir (por ahora) que esta es la mejor de todas, al menos para mí…
¿Quien no oyó de niño los famosos cuentos alemanes y holandeses como el de “Hansel y Gretel”, “Hans Brinker”, o “El Flautista de Hamelín”? cuando yo los leía me imaginaba sitios espectaculares, granjas muy verdes, casas enormes que parecían castillos y mucho más y créanme que estar en Gante fue como evocar a mi memoria infantil y por momentos sentir que paseaba por una ciudad de cuento.
Quedé maravillada con este lugar, su arquitectura antigua con casas viejas que conviven con algunas que intentan alcanzar “modernidad”, su paisaje, los canales que atraviesan la cuidad, su catedral (espectacular, aunque ahora ya debe estar cerrada por restauración y tardará muchos años en ser abierta al público, como me dijeron), el puente Saint Michiels, los castillos medievales de Gravensteen y Geerard de Duvel Steenl y muchos lugares más… pero sobre todo me quedo con la experiencia de caminar por esta ciudad de noche… hasta ahora no he visto nada que se le compare, realmente de ensueño!!!!… sus calles iluminadas con esa tenue luz que evoca al medioevo, sus paseos en barco por los canales, sus bares, restaurantes y plazuelas recorridas de noche definitivamente te enamoran!!!!
Es cierto, Bélgica no está a la vuelta de la esquina, pero siendo sincera y si tuviese todo el tiempo que me ofrece la vida, no dudaría en regresar a Gante así sea caminando…
Y ahora que lo recuerdo, me he prometido volver y una promesa se cumple, sobre todo si se trata de aquella que me permitirá volver a mi bella ciudad de ensueño.