Hace un par de años visité el Museo de Oro de Bogotá y además de disfrutar sus galerías y cada una de sus colecciones me llamó la atención un espacio interactivo al final del recorrido. Este espacio invitaba a los visitantes, entre otras cosas, a acercarse a un área titulada “Cuéntanos tu Patrimonio”.
En esa pared los visitantes dejaban notas de lo que ellos consideraban su patrimonio local o nacional en áreas como arqueología, gastronomía o música, inclusive te invitaban a compartir un gusto por un paisaje o un recuerdo…(de los bonitos imagino…)
Al encontrarme fuera de mi país y a la pregunta sobre cuál sería mi “huella arqueológica” mi primer deseo fue escribir Machu Picchu y así lo hice, porque sin duda es un enorme referente histórico y arqueológico del Perú para el mundo. Me quedé sentada pensando en la larga lista que podría dejar en esa pared…. me sentí afortunada de vivir en un país con historia y cultura y pensé (y pienso) que no basta solo con reconocer lo que tenemos sino también debemos ponerlo en valor.
Y ¿qué es poner en valor?… Es hacer que algo o alguien sea más apreciado, resaltando sus cualidades, reivindicándolo y destacando su importancia…así de simple.
Es la primera vez que un museo fuera de mi país me hace pensar tanto en mi rol de viajera y culturosa.